Una de las cuestiones más frecuentes que tienen nuestros clientes todos los años, es qué hacer para que la declaración de la Renta salga a devolver, o al menos pagar lo menos posible. Como ya sabrás, existen varias deducciones que podemos realizar en nuestra declaración de la renta (vivienda, donaciones, ahorro…), pero en el post de hoy vamos a centrarnos en la posibilidad de deducirse los planes de pensiones.

Antes de entrar en materia, y para evitar disgustos en una posible revisión de nuestra declaración, es fundamental revisar siempre con mucho detenimiento las consideraciones de la AEAT (Agencia Estatal de Administración Tributaria) en materia de deducciones.

Introducción

Como comentábamos anteriormente, una de las deducciones más importantes que podemos incluir en nuestra declaración de la Renta son las relacionadas con nuestros planes de pensiones privados. Estos productos financieros sirven como complemento privado a las pensiones del sistema público, y se basan en una cuenta individual que se alimenta con aportaciones regulares de dinero durante un período prolongado de tiempo, generalmente a lo largo de muchos años, y al final del período de ahorro el trabajador podrá cobrarlos una vez se jubile o en los casos estipulados por ley.

Novedades en las limitaciones a las deducciones de los planes de pensiones

La Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2022 ha limitado las deducciones en la base liquidable del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) por aportaciones a planes de pensiones, especialmente en el caso de aportaciones individuales. En 2022, el límite se ha reducido a 1.500 euros anuales, pero se ha establecido un nuevo límite de 8.500 euros siempre que provenga de contribuciones empresariales, o de aportaciones del trabajador al mismo instrumento de previsión social por importe igual o inferior a la respectiva contribución empresarial. A estos efectos, las cantidades aportadas por la empresa que deriven de una decisión del trabajador tendrán la consideración de aportaciones del trabajador.

Es cierto que hacer aportaciones a un plan de pensiones puede ayudarte a reducir impuestos, pero es importante tener en cuenta que en realidad lo que estás haciendo es diferir el pago de tributos hasta el momento en que rescates el dinero.

El beneficio fiscal que obtendrás dependerá de tu situación personal, pero este año el máximo que se puede conseguir con un plan de pensiones privado es de 700 euros.

Este ahorro fiscal se aplicará a los contribuyentes que se encuentren en los tramos más altos de la escala de retenciones establecida por Hacienda, es decir, a aquellas personas con mayores ingresos. Por ejemplo, si tienes ingresos superiores a 300.000 euros en 2022 y haces una aportación de 1.500 euros a tu plan de pensiones, podrías obtener un beneficio fiscal de 705 euros (al aplicar el tipo del 47% a tu aportación).

Por otro lado, si tienes ingresos entre 60.000 y 300.000 euros, el beneficio fiscal que te ofrecería Hacienda por ahorrar 1.500 euros en un plan de pensiones sería de 675 euros, mientras que si tienes ingresos entre 35.200 y 60.000 euros, podrías obtener una ayuda fiscal de 555 euros.

Por último, si tienes ingresos inferiores a 12.450 euros, el beneficio fiscal que recibirías por ahorrar en un plan de pensiones sería de 285 euros.

En el caso de las aportaciones a un plan de pensiones de empleo, el beneficio fiscal máximo que se puede conseguir puede llegar a superar los 2.000 euros anuales para las personas con mayores ingresos.

Conclusión

Como hemos visto, las aportaciones a planes de pensiones privados se benefician de un tratamiento fiscal beneficioso, ya que permiten reducir la base imponible del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y, por tanto, ahorrar en nuestra declaración de la renta.

Si tienes más dudas sobre cómo deducir este concepto en tu próxima declaración de la Renta, puedes contactar con nosotros y te asesoraremos sobre ello con la máxima profesionalidad.